Respira profundo y controla tus emociones
Muchas veces nos preguntamos cuál será la fórmula secreta que utilizan algunas personas para mantenerse ecuánimes ante situaciones que nosotros no pudiésemos aguantar. Y es que el control de las emociones, solo se puede generar de forma positiva gracias a un conjunto de herramientas, como respirar, que se deben poner en práctica, para que paulatinamente se logren resultados verdaderamente efectivos. Cabe destacar, que este control no debe ser sinónimo de represión o cualquier proceso en los que se pueda experimentar angustia, incertidumbre o ansiedad, que en definitiva son los causantes directos del estrés.
El primer paso para generar un verdadero cambio en las emociones viene dado a la toma de consciencia, hay que tener en cuenta que el mundo no gira en torno a los deseos individuales y que cada ser humano tiene el derecho y la virtud de pensar y actuar acorde a sus criterios y convicciones. Ser conscientes no es un proceso fácil, el “darse cuenta” puede tardar años, incluso puede que nunca se llegue a alcanzar. Este paso marca el inicio a un razonamiento coherente e incluso positivo ante cualquier situación adversa.
La toma de consciencia es una acción mental y al formar parte de un proceso consciente, el cerebro va a tener como referencia a todos aquellos hechos y acontecimientos similares en los que el individuo ha participado, para tomar una decisión en su actuación. Es por esta razón, que encontramos personas que literalmente pueden llegar a colapsar ante situaciones y emociones cotidianas, ya que el ritmo acelerado en que se maneja la sociedad actual es un claro detonante que estimula procesos de ira y pérdida de control porque la rapidez es el enemigo silencioso del razonamiento.
El maravilloso arte de respirar
Existe un recurso que parece casi mágico para que a mediano plazo podamos encontrar ese intrincado camino al “darse cuenta” y es la oxigenación. Respirar es un atajo al que muchas personas recurren para encontrar la calma de sus emociones, este proceso inherente al ser humano, práctico, fácil y de vital recurrencia, es una bendición y sobretodo un aliciente porque cuando se respira profundo se puede llegar a la paz casi instantáneamente.
Muchas culturas asiáticas le guardan un profundo respecto al acto de respirar, siendo uno de los principales elementos en el Yoga y Artes Marciales en general, donde es una acción esencial para lograr prácticas conscientes y sobretodo disciplinadas. No es una casualidad que hoy en día estos estilos de vida orientados a la calma y al pensamiento se han vuelto tan populares desde hace algunos años atrás, porque más a allá de la virtud que nos ofrece la tecnología y la rapidez comunicacional, el hombre siempre va a buscar consciente o inconscientemente el equilibrio y la tranquilidad.
Existes varios tipos de respiración, algunas estimulantes que son utilizadas para centrar la fuerza y la estabilidad del movimiento, mientras que otras son relajantes y ayudan a la coherencia de los procesos mentales, siendo estos últimos el elemento primordial para la toma de consciencia o como comúnmente se denomina: “El despertar de la consciencia”. En este aspecto, la respiración profunda o diafragmática es la ideal para el inicio de esta práctica.
El diafragma se encuentra ubicado a nivel del abdomen, en el centro de nuestro cuerpo y es allí donde según la tradición védica se acumulan nuestras emociones, tomar una inhalación profunda donde no solamente se oxigenen tus pulmones, sino también tu caja torácica y tu diafragma marcara el punto de partida para encontrar el equilibrio y la energía necesaria para relajarte y pensar positivamente.
Comienza con una respiración y disfrútala, tómate tu tiempo, presta atención a todo el proceso y observa cómo reacciona tu cuerpo con la inhalación, no excedas la dosis, debe ser un proceso paulatino ya que al no estar acostumbrados a este tipo de respiración puede haber una tendencia a la descoordinación y al mareo, después con el pasar de los días, puedes ir aumentando gradualmente las repeticiones hasta llegar a los cinco minutos aproximadamente.
Es importante tomar en cuenta que esta práctica la puedes hacer en cualquier momento del día, no necesariamente debes estar en un sitio tranquilo o cómodo, lo significativo en este proceso es que se vaya convirtiendo en un hábito que pueda realizarse en cualquier momento y ante cualquier situación.
Disfruta de la perfección de tu cuerpo con cada respiración, sonríele a la vida ya que venimos a este mundo con un solo propósito: Ser felices.
Terapeuta Holística, Instructora de yoga e incansable estudiante.Buscando todas las técnicas necesarias que me permitan la oportunidad de brindar bienestar, paz, equilibrio y felicidad en mi entorno.Visitar perfil